El restaurante avanza hacia su 35º aniversario, en 2026, reforzando la mirada al Cantábrico como despensa esencial, la conexión con el territorio y una cocina más personal, depurada e íntima.

  • Un legado familiar de tres generaciones, con especial reconocimiento a Miguel Loya, impulsor del Real Balneario en 1991. Bajo la dirección actual de su hijo, Isaac Loya, la 2ª y 3ª generación han consolidado una cocina de excelencia que combina tradición, técnica y compromiso con el disfrute del comensal.
  • Ubicado en la misma playa de Salinas, frente al mar Cantábrico, el restaurante se asienta sobre un antiguo chalet que formaba parte de las instalaciones del Balneario de aguas marinas, inaugurado por S.M. Alfonso XIII en 1.916.
  • El producto es el eje central de la propuesta: pescados y mariscos del Cantábrico, hortalizas de proximidad y carnes asturianas trabajadas con una cocina técnica y honesta. Todo ello se articula en torno a dos menús degustación y una carta estacional que se renueva tres veces al año.
  • El restaurante colabora estrechamente con proveedores locales como parte de su compromiso con el entorno, entre los que destacan los pescados de Casapesca y Cetárea Sport, las carnes de vaca asturiana de Alimentación Vetusta (Rodera), y una finca en Salas que les proporciona fabes y verduras.
  • La bodega, con más de 1.000 referencias y dirigida por el sumiller Manuel García, presenta un recorrido por grandes vinos del mundo en armonía con la cocina del Cantábrico. Su diseño cuenta además con la implicación directa de Isaac Loya, gran amante del vino.
  • Un servicio heredado de la tradición familiar, cercano, elegante y discreto, que entiende la hospitalidad como una forma de ser y no como un protocolo.
  • El restaurante mantiene la estrella veinte años después de haberla recibido en 2005, consolidando así dos décadas de excelencia, coherencia y compromiso con una propuesta gastronómica que no ha dejado de evolucionar.

Una nueva etapa para un icono del Cantábrico El Real Balneario de Salinas (1* Michelin) estrena temporada con una propuesta que refleja la madurez creativa y el liderazgo culinario de Isaac Loya, tercera generación de una familia que ha hecho del Cantábrico su despensa natural y su forma de entender la cocina. Cerca de cumplir 35 años de historia, el restaurante vive un momento de estabilidad, renovación y personalidad ampliada.

Ahora estrena sus nuevas propuestas de temporada que se articula en dos menús degustación —el Menú Isaac Loya, de carácter más amplio y personal, y un segundo La Peñona, menú en formato reducido— además de una carta extensa que se renueva tres veces al año, reflejando territorio y estacionalidad.

Una nueva etapa que se traduce en una cocina más depurada, íntima y precisa. Isaac reafirma su compromiso con el territorio, la estacionalidad y el producto como verdad irrenunciable, llevando la tradición a un lenguaje propio que combina técnica, sensibilidad y profundidad.

Un legado centenario que mira al futuro

El edificio que alberga hoy el restaurante nació en 1916 como Balneario de Aguas Marinas bajo la protección del Rey Alfonso XIII. Desde entonces conserva el título de “Real”, símbolo de su singularidad y de su vínculo con la villa de Salinas. Su estructura, rehabilitada con respeto, sigue siendo un testimonio vivo de más de cien años de historia en la costa asturiana. El tiempo no ha borrado su esencia: la ha engrandecido.

Una historia familiar que perdura

Tres generaciones de la familia Loya han construido un proyecto culinario de referencia en Asturias. Una trayectoria marcada por el respeto al producto, la defensa del entorno y una forma de entender la hospitalidad que va más allá del servicio.

La figura del padre de Isaac, uno de los grandes precursores del estilo y la filosofía del Real Balneario, se mantiene como pilar emocional y conceptual del restaurante. Bajo la dirección actual de Isaac Loya, la cocina evoluciona sin perder sus raíces: sabores del Cantábrico reinterpretados con elegancia y mirada contemporánea.

Un entorno privilegiado: cuando el paisaje es parte del menú

El Real Balneario es uno de los pocos restaurantes literalmente situados sobre la arena. El Cantábrico es más que un escenario: define la luz, los ritmos, el producto y la experiencia. El sonido de las olas y el horizonte forman parte del relato culinario, un diálogo constante entre naturaleza y cocina.

Isaac Loya: la nueva generación que cocina el Cantábrico

El chef Isaac Loya representa una cocina que mira al futuro desde la verdad del producto. Su propuesta nace de la estacionalidad, del trabajo mano a mano con pescadores, ganaderos, agricultores y artesanos, y de una búsqueda constante por emocionar desde la pureza. Su cocina combina técnica, sencillez, sensibilidad y un profundo arraigo al mar y al territorio.

El producto: la verdad como principio

Mariscos y pescados del Cantábrico, hortalizas de proximidad, mantequillas y quesos artesanos, carnes asturianas y guisos tradicionales tratados con precisión contemporánea componen la despensa del Real Balneario. Aquí no hay artificio: hay verdad, respeto y pureza.

Entre sus platos icónicos destacan recetas ancestrales de generaciones anteriores, como la Lubina al Champagne y Virrey a Baja Temperatura en su propia Marmita, que representan la memoria culinaria de la casa y su vínculo con la tradición familiar.

Compromiso con el producto de proximidad

Se mantiene una estrecha relación con proveedores locales que reflejan su compromiso con el producto de proximidad y la excelencia del Cantábrico y de Asturias.

Entre ellos destacan Pescados Casapesca, que garantiza la llegada diaria del mejor pescado fresco; Cetárea Sport, especializada en mariscos y pescados de primera calidad; y Alimentación Vetusta (Rodera), responsable de las carnes que forman parte de su propuesta gastronómica.

Además, el restaurante colabora con una finca ubicada en Salas, de la que proceden las fabes y verduras que completan una despensa auténtica y de kilómetro cero, consolidando así el vínculo directo del restaurante con el territorio y sus productores.

Una bodega que recorre el mundo desde Salinas

La bodega, con más de 1.000 referencias y dirigida por el sumiller Manuel García, presenta un recorrido por grandes vinos del mundo en armonía con la cocina del Cantábrico. Su diseño cuenta con la implicación directa de Isaac Loya, gran amante del vino, cuya sensibilidad ha contribuido a dar forma a una selección única y personal.

La carta incluye una cuidada colección de generosos, una selección de Champagne y Cavas, blancos de Alemania, Austria, Estados Unidos, Francia, Italia y Portugal, así como tintos de Alemania, Argentina, Australia, Chile, Estados Unidos y Francia, junto a capítulos dedicados a tintos de Francia, Italia, Portugal y Sudáfrica. España ocupa un lugar protagonista con blancos, rosados y tintos de las principales zonas vinícolas, además de una sección final de vinos dulces.

En conjunto, una bodega que no solo acompaña, sino que eleva y dialoga con la propuesta culinaria, invitando a descubrir nuevas armonías y matices en cada servicio

La hospitalidad propia de un legado familiar

En el Real Balneario de Salinas, la hospitalidad no se aprende: se hereda.

Tres generaciones de la familia Loya han hecho del servicio una extensión natural de su manera de entender la vida. Cada detalle, cada gesto y cada palabra responden a una forma de acoger honesta y cercana, nacida del respeto, la tradición y el deseo de que cada comensal se sienta como en casa, frente al mar.

Aquí, la atención no es protocolo, sino vocación y memoria. El equipo transmite los mismos valores que dieron origen al restaurante: amabilidad, cuidado y autenticidad, con la elegancia discreta que distingue a las casas con historia.

Porque en el Real Balneario, el servicio no busca impresionar, sino emocionar. Es el reflejo de un legado familiar que sigue vivo en cada mesa.

MENÚ GASTRONÓMICO «ISAAC LOYA»

220,00€ – 352,00€

Aperitivo:

Brioche trufado

Croqueta de Lubina y Pil Pil

Foie – Seta

Bocado de Pitu Caleya

La Peral en Garnacha

Menú:

Anchoa sobre Verduras escalivadas

Lomo de Lubina al Champagne

Vieira y Lechuga de Mar

Sashimi de Salmonetes y Rábanos

Bogavante flambeado con su extracto

Papada melosa, Fabes y Caviar Imperial

Virrey a Baja Temperatura en su propia Marmita

Mero a la brasa en una menier

Solomillo de Ternera Asturias confitado y cremoso de Patata

Postre:

Flan de Queso Lazana y Arándanos

Cremoso de Tocinillo de cielo

Aperitivos Dulces

MENÚ CORTO «LA PEÑONA»

143,00€ – 231,00€

Aperitivo:

Croqueta de Bogavante

Buñuelo de Calamar

La Peral en Garnacha

Menú:

Pixin braseado en manier de limón

Pasta Fresca rellena de crema de Bogavante y salsa Trufada

Lomo de Lubina al Champagne

Guiso de Repollo y Ternera Asturiana

Postre:

Torrija de Vainilla con Helado de Café

Cremoso de Tocinillo de Cielo

Aperitivos Dulces

Sobre el restaurante

En Salinas, en el mismo paseo marítimo de esta bella localidad costera, se sitúa este Restaurante Gastronómico cuyos cimientos se anclan en la arena y las paradisíacas vistas sobre la playa.

Su historia abarca una larga y variada trayectoria desde sus inicios como restaurante en los años 50. Sufriendo varias transformaciones y reformas, no será hasta los años 90, cuando se inicie el proyecto definitivo de lo que hoy día se conoce como Real Balneario de Salinas.

Hoy, sus diferentes salones están concebidos para la máxima comodidad de sus comensales. Pinceladas de aire moderno conviven con el estilo clásico y conservador que es la esencia en su decoración, en la que priman la elegancia y la atención al detalle.

El tiempo y una atenta predilección de la propiedad, han logrado transformar al restaurante en una verdadera galería de arte donde pueden contemplarse obras únicas que albergan una historia propia.

Sus amplias cristaleras, se abren a la contemplación de un paisaje siempre inspirador donde cielo, mar y arena, bajo el influjo cambiante de las mareas, acompañan al disfrute de los placeres de la mesa, provocando un ambiente agradable y cosmopolita.

Sobre el chef Isaac Loya

Bajo el sello de una vocación irrenunciable y de un amor incondicional por la cocina, se ha construido la carrera de un restaurador fiel a sus principios. Una carrera forjada desde la ilusión de sus inicios en sala, enriquecida con esfuerzo y templada con la versatilidad exigida por la dirección de cocina y la gerencia.

Incorporado al restaurante desde hace 28 años, aporta un bagaje de ideas propias e innovadoras producto de un constante indagar, patrimonio de los espíritus apasionados por la cultura gastronómica.

Atesorando experiencias tanto en la cocina, como en la mesa, se consolidan los fundamentos de una carrera que es un constante aprender. Siempre marcada por la dedicación y el anhelo por desvelar los secretos de nuevas experiencias gastronómicas, desde el respeto a la mejor tradición.

La firma de todo restaurador se define en sus creaciones que, en el caso de Isaac Loya, marcan la diferencia tanto en lo esencial como en algunos toques originales y estimulantes, toques renovadores y amables, que respetan sabores reconocibles.

Consciente del legado recibido, el inconformismo y la búsqueda de la excelencia, le han permitido preservar una reputación bien ganada y evolucionar hacia nuevas cotas de calidad y finura en el competitivo panorama de la cocina asturiana.

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