Por: Óscar Arce
Desde chico siempre asociaba el champagne con Montecarlo, el juego, el bullicio, la rubia o la morena con un vestido entallado espectacular a un lado de la ruleta, en general la fiesta y placer, lo sigo pensando, pero también he aprendido que el espumoso más prestigiado del mundo (sin desmerecer los Cavas, Cremants, Bruts Americanos y hasta un Prosseco en un verano caluroso) tiene mucho más que una bebida divertida con carbônico.

Estoy llegando con “Los Fratellos” Grupo de cata en donde tenemos un manjar para esta tarde, la cata tradicional mensual Ciega (aunque debo confesar que conocía las etiquetas de esta tarde puesto las había escogido en coordinación con mi amigo Luis que le toca esta cata), sin embargo no conocía el orden de estas Joyas espumosas Franceses. 

Después de una repaso didáctico al método tradicional del Champagne, donde se hace  hincapié en que se debe prestar atención en algunos detalles para calificar la calidad del champagne, tales como el color te indicará si estamos ante un Blanc de Blancs, o un Blanc de Noire, también los meses y/o años que estuvieron guardados en barrica en esos kilómetros de Cavas subterráneas de Reims que recorrieron personajes como Napoleón, Hitler, Churchill o Marilyn Monroe, muchisimos amantes del vino y de la buena vida como vosotros, la fineza de la burbuja,  la constancia de esta y su  permanecía de burbujeo en la copa, ya que también puede ser un indicativo de que esa botella tiene muchos años de trabajo y cuidados de calidad atrás, por supuesto los fantásticos aromas que te dejan los champagnes y que activan las hormona,  la tetosterona entre otras, y por supuesto el agasajo que nos de en boca.

Pues procedimos a abrir las 5 champagnes y a servirlas.

De inicio las 5 no tenían defectos y estaban a una fabulosa temperatura para catar, además todas tenían su carbónico correspondiente muy bien trabajado, el orden de las botellas que fueron descubiertas al final pero las mencionaré para comprender el articulo fueron:

Le Mesnil Grand Cru
Dom Perignon P2 2003 (plenitud 2)
Krug Grande Cuvée Eme Edition 2014
Bollinger Special Cuvée 2018 y
Louis Roeder Cristal 2014.

En particular la número uno con su color un amarillo paja palido, nos decía que era un Blanc de Blancs es decir un Chardonnay 100%, buen perlado fino y persistente, notas a  bolleria, manzana verde, gengibre, cítrico, su brillantes y su frescura denotaba su juventud, las demás eran Blanc de Noire nos lo decian su color dorado de distintos tonos.

La botella 2 y la 4 destacaban, en nariz la número dos con sus notas a Brioche, nueces, manzana verde,  durazno, caramelo con sal, flores blancas y muy mineral,  buena acidez  en boca con un final medio plus, burbuja muy fina permanente, duradera y un espectacular rosario, la cuatro también notas a brioche, manzana compotada, pera, frutos secos, pero principalmente  en  boca esa acidez larga atrás de lengua pero muy sutil que te invitaba a beber más, la  número 3 tenía una acidez muy marcada  alta, notas citricas a lima, pomelo, flores blancas,  buen perlado fino y persistencia, sin duda el estilo que se quería vender era ese, cítrico salivante, la botella 5 fue creciendo en boca y nariz hasta llegar a un punto que nos hacía dudar de esa gran calidad para ser seleccionada la mejor,  sus notas a cascara de mandarina, boyeria, nuez tostada, almendra tostada, lichi, flores blancas, una acidez media plus muy agradable, salivante.

“Después de repasar varias veces procedimos a votar y resultó prácticamente un empate entre la botella 2 y 4”.

La botella 2 era un Dom Perignon P2 ( plenitud 2) 2003 con 17 años de guarda, la botella 4 era un Bollinger Special Cuvée 2018  con 5 años en esa botella por algo es la preferida del 007, el tercer lugar fue la botella 5 que era un Louis Roeder Cristal 2014, La botella 3 era la Krug Grande Cuvée Eme Edition 2014 y la botella 1 era un Le Mesnil non vintage ( está última un agasajo por su precio).

Así pues continuó esta tarde acompañada de una porción de caviar mexicano, unos camarones rebosados, y unos callos sellados, para cenar disfrutando esas magníficas botellas que nos regalaron los inventores del Método Champenoise para el placer de vivir y degustar, Oh Lala una delicia, salud y hasta pronto.

**Óscar Arce I ¿Y Sino Vino a qué vino? I @oscar.a.paniagua.1
Sumiller, socio de Vinícola Dominio de Petra en Valle de Guadalupe-México y Club 100 puntos de California y Baja California.

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