El aire de la Abadía de Retuerta, en Sardón del Duero, vibraba con una magia inconfundible. No era para menos: Stella del Carmen Banderas, la deslumbrante hija de los icónicos Antonio Banderas y Melanie Griffith, daba el “sí, quiero” a su amor, el cineasta Alex Gruszynski, en un enlace que ya ha sido coronado como la boda del año.

Un evento donde cada detalle susurraba elegancia y cada instante brillaba con luz propia. Desde el majestuoso monasterio-bodega que acogió la ceremonia, hasta los sutiles toques florales que envolvían el espacio, todo estaba orquestado a la perfección.

Pero si hubo un momento que capturó todas las miradas y los flashes, ese fue el brindis de los recién casados. Y para esta ocasión tan especial, la elección no pudo ser más acertada: Palacio de Bornos Brut Nature. Este espumoso, no solo conquistó el paladar de Stella y Alex, sino que se convirtió en el símbolo líquido de su unión: elegancia, frescura y un inconfundible carácter castellano que resonó con la solemnidad del lugar.

Este vino, elaborado con la uva Verdejo 100%, es una joya de la D.O. Rueda. Nacido en los viñedos propios de la bodega en Pollos (Valladolid), sufre un clima mediterráneo con influencia continental extremo que le confiere esa acidez natural y esa frescura tan codiciada.

La elaboración del Palacio de Bornos Brut Nature sigue el método tradicional, con una segunda fermentación en botella y una crianza de 36 meses dando una cremosidad sedosa, notas sutiles de panadería que evocan el lujo discreto, y un color amarillo pálido con destellos dorados que hipnotiza. En nariz, un bouquet de flores blancas y manzana verde se entrelaza con ese toque brioche, mientras que, en boca, la burbuja es una caricia, la acidez en su punto de equilibrio perfecto despierta los sentidos y el final es seco, limpio y maravillosamente persistente ¡Un vino diseñado para deslumbrar y, sobre todo, para brindar en momentos que marcan la historia!

El menú, una obra maestra del chef Marc Segarra (galardonado con una estrella Michelin) en el restaurante Refectorio, fue un homenaje a la tierra y a la vanguardia culinaria española. Platos como el bogavante lacado con ensalada de marujas y naranja, o el milhojas de solomillo de ternera con crema de calabaza, deleitaron a los invitados. Y para poner el broche de oro, una espectacular tarta nupcial de Nutella y frambuesa, tan tentadora como la propia unión. Si bien los vinos de las D.O. Ribera del Duero y Rueda acompañaron el banquete, fue el Palacio de Bornos Brut Nature el elegido para el brindis de honor. Su equilibrio y frescura actuaron como el lienzo perfecto, realzando cada matiz de la exquisita propuesta gastronómica.

Sobre Palacio de Bornos: elegancia con raíces castellanas Con más de cuatro décadas de historia, Palacio de Bornos no es solo una bodega, es un legado. Pioneros en la D.O. Rueda, su compromiso inquebrantable con la calidad, la sostenibilidad y la esencia de la Verdejo los ha convertido en embajadores del vino español. Su línea de espumosos, elaborada íntegramente bajo el método tradicional, es un testamento a la elegancia y la pureza.

El Brut Nature, en particular, es la encarnación del nuevo lujo: aquel que se manifiesta en lo natural, lo auténtico y una presencia impecable. “Nos emociona profundamente que un vino nacido en el corazón de Castilla haya sido elegido para acompañar un momento tan importante y simbólico”, comparten desde la bodega, con una sonrisa que refleja el orgullo de ver su creación y ser parte de un cuento de hadas moderno.

Palacio de Bornos Brut Nature es, sin duda, la invitación a celebrar la vida con una elegancia deslumbrante y una honestidad que resuena en cada burbuja.

¡Un brindis por Stella y Alex, y por los vinos que hacen que esos momentos sean eternos!

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