2020 será un año inolvidable para todos, y también para nuestra Denominación de Origen Almansa.
Además de todas las consecuencias que nos deja y dejará el COVID-19 en muchos aspectos, la meteorología registrada durante estos meses de confinamiento también afectará, y para bien, a nuestra Denominación de Origen Almansa, que espera tener una buena cosecha de cara a la próxima vendimia que comenzará durante los meses de septiembre y octubre:
¡Los vinos de esta añada pueden ser irrepetibles por las condiciones climáticas registradas este año!
Las lluvias que tuvieron lugar durante los meses de marzo y abril, seguidas de las últimas semanas en las que está empezando a subir la temperatura con días de calor, hace que se reúnan todos los requisitos para prever una excelente cosecha en la zona de producción de nuestra Denominación de Origen Almansa.
En estos momentos, y por lo general, los viñedos tienen mucha uva y reservas, además de disponer de abundante vegetación, con bastante hoja y sarmiento.
Todo ello hace que las viñas tengan mayor acidez y estén mejor preparadas para la recogida prevista.
Por lo tanto, se espera que los vinos resultantes de la vendimia sean bastante equilibrados, con buena acidez y con excelente maduración.
Es toda esta cantidad de agua la que ha propiciado que nuestras viñas se encuentren con importantes reservas de las que no disponen en años anteriores, en los que no se habían registrado tantas precipitaciones.
En el caso de las viñas de secano y de mayor edad, características de la zona de Almansa, éstas van a tener reservas y van a estar mucho más maduras por el agua, mientras que en los años que no llueve no disponen de tanta maduración.
En cuanto a las viñas de nuestra uva más representativa, nuestra garnacha tintorera, el agua recibida también es muy propicia para aspirar a buena cosecha porque casi toda ella se encuentra plantada en vaso, especialmente en la zona de la comarca de Almansa.
Con todo ello, hay que señalar que en otras localidades como Higueruela y Alpera, la situación es muy parecida, con una uva que goza de un muy buen estado de salud.
Sin embargo, tampoco se puede bajar la guardia, porque es posible que con la carga de agua pueda producirse algún brote de hongos, pero sin mucha importancia y que desaparecerá una vez que las temperaturas superen los 30ºC.