Por Laura Berdejo

En cuanto Ana Lahiguera entró en clase para darnos la asignatura Cata de vinos con y sin crianza nos sentimos inmediatamente cercanos a ella. Era el segundo día de la 63ª edición del Curso Internacional de Sommelier que organiza la Escuela Española de Cata, donde participa como profesora desde la 4ª edición, y enseguida supo crear el espacio para que aprendiéramos, nos sintiéramos cómodos, hiciéramos preguntas con total confianza y quisiéramos saber más.

En cuanto hicimos un descanso le pregunté si podía hacerle una entrevista y sus respuestas no hicieron sino confirmar las primeras impresiones: lleva décadas trabajando como formadora, es una de las profesoras más veteranas de la Escuela, disfruta enseñando y aportando conocimiento y tiene un talento natural para que los alumnos gocemos escuchándola y nos sintamos bien. El gran valor de Ana es divulgar el vino.

“Se trata de que la gente disfrute”

Brand Ambassador de la D.O. Rueda, Ana Lahiguera, es enóloga habilitada, técnica especialista en viticultura y enotecnia y Wset Nivel 3. Actualmente presidenta de la Asociación de Enólogos de Madrid, también es técnica experta en auditorías a bodegas y posee el Máster de viticultura, enología y marketing del vino de Torras & Asociados, así como los certificados de formador de formadores y de profesionalidad de servicios de restaurante.

Ana colabora con entidades profesionales como la Asociación de Enólogos de Madrid, la Escuela Española de Cata, la Unión Española de catadores, y es jurado en concursos de vinos nacionales e internacionales como el Baco, Bacchus o el Concurso Nacional de Coctelería. Lleva también  la Dirección Técnica del Concurso Vinos Favoritos de la Mujer-AMAVI.

A pesar de su amplísima formación y de sus capacidades técnicas y teóricas afianzadas a golpe de experiencias en más de 30 años de carrera, lo que Ana persigue, más que ilustrar, adoctrinar o formar super expertos en vino, es “que la gente disfrute”.

“Se trata de que, a través de la formación en vino y de las catas, además de la profesionalización de algunos, la gente lo pase bien y disfrute. Se trata de saber más para poder disfrutar, no tratar de convertir a los aficionados en académicos del vino”.

Ana nos da una clase tan magistral como familiar y natural sobre la cata, y se anima a contestar a todas las preguntas que, con un entusiasmo alegre y profesional, nos llevan de su mano por el universo del vino:

¿Cuánto tiempo llevas dedicándote al vino y cómo empezaste en esto?

¡Llevo más de 30 años! Desde el siglo pasado. Empecé tras finalizar mis estudios de Enología en la Escuela de la Vid de Madrid. Después hice el curso de Sumilleres por la Cámara de Comercio de Madrid y actualmente soy la Brand Ambassador de la D.O. Rueda.

¿Desde siempre supiste que querías ser enóloga?

No, fue de manera casual. No procedo de familia vinculada al vino. De hecho, cuando empecé a estudiarlo ni lo había probado …me atrajo, sobre todo el tema del campo, la viticultura.

Después de tantos años en el mundo del vino, ¿crees que podemos hablar de modas, de tendencias?

Como en todo, sí que hay modas y tendencias, pero en el mundo del vino hay tantas modas y tan variables como tipos de personas. Los vinos que te gustan ahora no serán los mismos que probablemente bebas en un futuro, ya que tus circunstancias cambian. En mi caso, ahora, por ejemplo, me encuentro en una etapa en la que me gustan los vinos más suaves, ligeros… pero no siempre ha sido así.

¿Qué “se lleva” ahora? ¿Qué ha quedado atrás?

Para mí se lleva lo que te guste y lo que te apetezca. Por suerte, tenemos muchas variables para encontrar vinos que se adapten a todos. Es algo subjetivo y creo que depende de factores como el estado de ánimo, la compañía, lo que estés comiendo, el entorno…

El enoturismo se va afianzando como una experiencia que se extiende más allá de la copa de vino ¿Cómo crees que evoluciona el enoturismo en España?

Bajo mi punto de vista, veo que ya no vale con tener la botella en tus manos. Uno se pregunta: ¿de dónde viene?, ¿cómo se hace?, cuestiones que atraen a muchos consumidores que buscan entender todo un cosmos cultural: el conocimiento de la zona, de los paisajes, la historia… Es una manera de potenciar toda la riqueza que acompaña al mundo del vino.

Hoy en día estamos viendo cómo el enoturismo se dimensionaliza y adquiere proporciones cada vez más variadas: integración de la comarca, de los artesanos… se convierte en un “gancho”, en otra forma de viajar. Para disfrutar más un vino es importante conocer su entorno cultural, pero no solamente la región y el lugar, sino también la gastronomía. Y las bodegas ya están preparadas para esa labor tan importante, y reciben visitas llegadas de todos los puntos geográficos.

En tu casa, cuando organizas algo o recibes, ¿qué vino no falta?

Primero, tengo en cuenta qué vamos a comer: si es un encuentro informal, las personas que estarán conmigo me darán pistas para poder elegir los vinos. No es lo mismo un encuentro de compañeros del mundo del vino que una reunión familiar. Pero lo que no falta nunca es un vino de Rueda. También intento abrirme un poco y dar oportunidad a esos vinos no tan conocidos con la intención de sorprender.

¿Qué consejos darías a quienes están empezando a especializarse en este mundo?

Creo que es cuestión de ir poco a poco, de tener paciencia, no tener prejuicios y obtener algo de formación, sin ninguna duda. Yo sigo formándome y disfrutando de lo que hago.

Pienso que, además, la humildad es conocimiento. Custodio López Zamarra, por ejemplo, Sumiller del Restaurante Zalacaín, es una eminencia del vino y una muestra de humanidad al mismo tiempo.

Como experimentada en el universo enológico: ¿qué tipo de gente has conocido en estos años?

En mi caso, a partir de vínculos de naturaleza profesional se han creado en muchas ocasiones amistades que perduran y que, como se suele decir, “mejoran con el paso del tiempo”. Son amistades Gran Reserva… Se trata de gente de diferentes lugares, entornos geográficos y culturas que, además, te enriquecen con sus conocimientos.

Por último, dinos, además del vino, ¿qué otras aficiones tienes?

Me gusta  contemplar lo que me rodea. Me gusta mucho observar pájaros, pasear y compartir vivencias con mi familia.

Tras la charla, Ana regresa a su clase donde, los alumnos, deseosos de saber más sobre la cata de vinos, disfrutan escuchándola comparar las edades humanas con las edades del vino…

DEJA UNA RESPUESTA

¡Por favor, ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí