Por: Óscar Arce
En el vino hay muchas historias fascinantes, pero pocas involucran a una familia que además de ser influyentes en el vino fueron en la política y en la historia.
Ludovico Antinori el más pequeño de la familia, creció entre las viñas Toscanas y a pesar que pertenecía a los Atinori’s con más de 600 años de historia en el vino y su familia ligada a los “Medici”, había tomado otro destino diverso, decidió en su juventud del año 1970 migrar hacia los Estados Unidos, ahí trabajo en fotoperiodismo y realización cinematográfica, cuentan que estando en América probó los Zinfandeles (primitivo) que le maravillaron recordándole de su origen de vida “uno siempre será de donde quedo enterrado su ombligo” tenía la clara la intención de formar una bodega en California, sin embargo fue persuadido por su amigo el Enólogo Ruso Americano André Tchelistcheff quien le recomendaba mejor fundarla en Italia donde tenía una historia, tradición y conocimiento de mucha generaciones, tras algunos años como cumplido celestial Ludovico heredó en 1981 de su madre Carlotta della Gherardesca un pedazo de tierra en el Bolgheri, al lado de su tío Mario Inciso de la Rochetta quien tenía ya fama por su Sassicaia y los super toscanos que revolucionarían Italia, inspirado en ese éxito se regresó a sus raíces fundando Tenuta dell’Orneilailla plantando Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, al poco tiempo 1985 salió a la venta su vino Orneillaia con el que empezó a ganar fama, y tiempo después haciendo pruebas del terruño, descubrió en su finca unas hectáreas con tierra de arcilla azul (blue clay soil), después de meditar que haría con esa tierra, ayudado por su viejo amigo André Tchelistcheff decidió en 1985 plantar Merlot por las condiciones del terreno y pensando en responder a los franceses creando su propio Petrus, una empresa nada fácil.
Pues Ludovico lo logró, consiguió su primera añada en 1986 y se comercializó con el nombre de Masseto hasta 1987 (Masseto proviene de “masso” roca o bloque de piedra, el nombre es por la arcilla azul que mezclada con canto rodado toma una forma dura rocosa), el vino creció en popularidad en los años 80’s y 90’s especialmente la 1997 añada excepcional en Toscana con altos puntuajes, así fue cuando en el año 2001 consiguió Masseto sus primeros 100 puntos, que lo terminaron consagrando definitivamente en un vino de culto italiano.
Sin embargo por un infortunio para el 2002 ante una crisis la familia Antinori, Ludovico tuvo que vender la mayoría de acciones al Americano Robert Mondavi de Tenuta dell’Orneilailla que incluía Masseto, quien quedó con el control, otra parte la vendió a la familia Frescobaldi, sin embargo a los 3 años después ( en el 2005) ante la compra de Constellation Brands de la marca Robert Mondavi, la familia Frescobaldi quien poseía marcas de vinos (Castellgiocondo, Castell di Nipozzamo entre otras), adquirió la participación mayoritaria de Masseto que hasta el día de hoy poseen, Masseto tiene una superficie de 6.6 hectáreas se divide en Masseto Alto ( elegancia y frescura) Masseto Central (fuerza y concentración), Masseto Junior (suavidad), 100% Merlot, con su arcilla azul produce unas 35,000 botellas al año y se envejece por unos 24 meses en roble francés.
Pues bien, amigos, me dirijo a otro de mis “blind tastings”, y el cover de la misma es llevar una botella de Masseto, “y como llevar el peor vino de la cata te condena pagar la cuenta” he traído un 2016 calificado con un triple 100 puntos, sé que otros amigos llevan el 1997 y un 2001 ambos añadas excepcionales entre otros, pero estos tres son quizá las mejores añadas calificadas que se han producido en Masseto, ya veremos porque en la cata ciega no se ven los puntos, dejo mi botella con Gilberto el capitán del Restaurante M19 y esperamos, transcurren unas horas después de descorcharlas y que sean servidas.
La cata es ciega como dije, se desarrolla en varias fases, primero una ronda de cata y descripción, luego una ronda de votación primaria, después comida, varias horas después (ya el vino en su punto) segunda ronda de cata, nueva descripción y votación definitiva.
Llego la hora de servir, se nos aclara de las añadas que se servirán en esta vertical de Masseto, 1997, 2000 (dos botellas), 2001, 2007, 2016.
Pasada la primera ronda encuentro algunas características similares consistentes, casi en todo, en nariz Notas Lácticas, Aceituna negra, Ciruela, violetas, en boca un vino con grande estructura, buenos taninos y acidez, con una potencia sutil, con color rubí profundo e intenso en los más jóvenes y en los viejos con tonos granates sin llegar a teja, pero si a caoba.
Todos los vinos estaban exquisitos, discutimos sobre cuales creíamos que eran los dos vinos del ano 2000, y el mas joven (2016) y casi unánimemente coincidimos, me concentraré en la descripción de los tres ganadores.
El tercer lugar cuando fue descubierto resultó el 2001, en nariz tenía marcadas notas lácticas, ciruela compotada, notas mentoladas, aceitunas negras, notas animales, en boca con un tanino presente medio y una acidez media muy fácil de beber, suave, sin embargo, no le quedaban muchos años más a juicio de la mayoría.
El Segundo Lugar fue para el 2016, en nariz notas lácticas a yogurt, BlackBerry, ciruela negra, es decir mucha fruta en su punto, Jamaica, violetas, chocolate amargo, café, en boca con taninos y acidez media pluses muy equilibrados, pero como un potro pura sangre le quedaba muchos años por delante, pero era pura calidad, quizá esa juventud no le permitió ser votado como el numero uno, lo puedes degustar fácilmente los próximos 20 años.
El Primer lugar fue para el 2007, a pesar que no era el mejor puntuado, resulto el más completo una añada calurosa, pero sin picos grandes de temperatura, en nariz notas ciruela compotada, notas herbáceas, eucalipto, lavanda, pimienta, café, chocolate amargo, vainilla, en boca una pasada con muy buena estructura con acidez y taninos medios plus, pero muy redondos y sedosos que te invita a seguir tomando, y con buena capacidad de guarda.
El que no logró el top 3 fue el 1997 una gran añada que, si bien en nariz estaba la ciruela compotada tenía más presencia de terciarios con notas herbales, pimiento verde, aceituna negra, chocolate amargo, en boca la acidez estaba media baja poco dispar con el tanino, con bastante sedimento, pero bueno, (a veces tiene que ver con el manejo de la botella).

Luego de terminar la noche con un buen habano y Tequila, pude rescatar las botellas del 1997, 2001 y 2016 para hacer mi ya tradicional Recata (after tasting) del poco vino que conservaba en las botellas, decidí guardarlos en temperatura controlada y abrirlos al tercer día; estos fueron los resultados que como dicen en España me hicieron flipar.

3 días después:
Masseto 1997, en nariz, ciruela compotada, regaliz, pimienta negra, clavo, grafito, había ganado en equilibrio en taninos y acidez, aunque estaban medios bajos el final era muy parejo, rico y fácil de tomar.
Masseto 2016, seguía con mucha fruta, BlackBerry, ciruela negra, Jamaica, láctico, notas florales a violetas, regaliz, eucalipto, chocolate amargo, vainilla, en boca era una maravilla seguía con su estructura potente con acidez y taninos media plus, pero era pura seda y redondes, parecía que no habían pasado 3 días que se había servido.
Masseto 2001, en nariz parecía que estaba en presencia de palomitas con caramelo del cine, ciruela compotada, notas a eucalipto, mantequilla, con la acidez y taninos medios, pero seguía esa redondes y un final en boca que te invita a seguir tomando.
Increíble cata que agradezco a mis amigos wine lovers, de aquí podemos concluir algunas cosas, ¿vale la pena pagar por estos vinos?, yo creo que sí, valen cada centavo que inviertes por lo menos experimentarlos una vez, o varias como yo, segunda no le tengas miedo a dejarlos abrir, descórchalos con tiempo si es para degustarlos un día especial si prefieres que oxigenen al estilo burdeos, que lo hacen descorchando la botella por lo menos 8 horas antes de degustarlos, es decir lentamente, o si prefieres decantar pues unas por lo menos dos horas, yo lo dejaría cuatro y luego una doble decantación para que lo sirvas en esa hermosa botella, anímense la vida es corta, un abrazo.
**Óscar Arce I ¿Y Sino Vino a qué vino? I @oscar.a.paniagua.1
Sumiller, socio de Vinícola Dominio de Petra en Valle de Guadalupe-México y Club 100 puntos de California y Baja California. Docente especialista en www.escueladecata.com
