Por: Óscar Arce
Si al inicio Napoleón III excluyó en su clasificación de 1855 a los vinos del banco derecho de burdeos específicamente a Pomerol, nunca se imaginó que esa región iba a tener unos vinos espectaculares, que dos de ellos alcanzarían un estado casi mítico y precios muchísimo mayores a los Premier Grand Cru Classé.

Hay muchísimos vinos fascinantes de Pomerol que van de una gama diversa de precios y calidades, la Merlot es la reina de esa región, dentro de esa gran gama de vinos en los últimos años ha surgido un debate entre dos que acaparan la atención, la pregunta de los entusiastas del vino invariablemente es ¿Cuál es mejor entre “Petrus o Le Pin”?

Empezaremos diciendo que hay una clara diferencia entre la historia de esas dos vinícolas, mientras “Petrus” es una vinícola con recorrido de aproximadamente 100 años, con sus 11.5 Hectáreas y producción estimada de 2500 cajas anuales, que saltara a la fama cuando se supo que era el vino favorito de la familia Kennedy y de Einstein, la cual tiene 55 clones de diversa Merlot que hacen este vino diferente, Cristian Moueix se jacta de a haber tocado y recorrido varias veces cada una de sus 80 mil viñas que dan ese vino especial, sin duda de los más codiciadas desde hace muchas décadas por conocedores y bebedores de vino,” Petrus” es un sello de estatus que se le imprimen a las grandes cavas personales, grandes lugares con mujeres bellas, recepciones de famosos etc., puedes estar o no de acuerdo con su precio y misticismo, pero sin lugar a dudas es un vino espectacular,

Por el otro lado “Le Pin” es un vino relativamente joven con una producción muy pequeña que en 1924  cuando pertenecía a la familia Laubie las uvas se vendían para hacer vinos baratos,  y que en 1979 lo vendieron a la familia Thienpoint  dueños de  Viex Chateau Certain,  las 2 hectáreas que se vendieron a un precio alto para esa época,  un terreno con un cobertizo que era lo único que tenía construido, hoy producen entre 600 a 700 cajas al año, el nombre de Le Pin se debe e un pino solitario que creció en la parcela, este vino  saltó a la fama cuando en 1982 Robert Parker hizo su famoso artículo que revolucionó Burdeos y que puso como uno de sus grandes  descubrimientos a esta vinícola, después de eso rápidamente crecieron en reputación al grado que hoy se disputa ese lugar privilegiado con Petrus de ser vinos muy codiciados.

Solo por decir algo, el precio de Salida en añada reciente de cualquiera de estos dos vinos es de $2,000 euros aproximadamente y puede ir en una gran añada hasta más de los $10,000 euros.

Pues como cada mes, me dirijo a mi cata agendada con los Fratellos, esta vez a la cata emblemática que hacemos por lo menos una vez al año donde catamos grandes vinos, degustaremos y cenaremos, esta noche es excepcional puesto que tenemos 4 vinos de Pomerol, pero el morbo de la noche sin duda está en  “Le Pin y el Petrus” ambos de la misma añada 2006 así que podremos compararlos “side by side” y también juzgarlos entre 4 vinos de Pomerol, los otros dos para nada son una pequeñez, un Conseillante 2000 que me fascina y Lafleur 2008 otro de mis favoritos, para cenar cierran el circulo los champanes Armand de Brignac y Salón.

He adquirido las botellas de unos coleccionistas de california, así que primeramente me cercioré que están en perfecto estado y sin ningún defecto. He hecho un decantado lento que es muy usado en Burdeos, las he dejado abiertas en botella por 8 horas, posteriormente dos horas antes de la cata las he puesto en unos decantadores (me he reservado un poco de ellas para hacer el after tasting del día después).

Empezamos la Cata con “la Conseillante” 2000, servimos, tiene un color ruby profundo con tonos morados, capa media alta, en nariz mucho regaliz, flores blancas, láctico, y con frutos rojos maduros como la cereza, fresa, intensidad aromática media, en boca muy buena acidez media, aunque un pelín más arriba los taninos medios plus y un poco abocado, pero sin duda estupendo.

Continuamos con “Le Pin” 2006, color granate profundo, capa media alta, intensidad aromática media alta, en nariz es un concierto de flores, rosas, lavanda, violeta, flores blancas, con un toque de regaliz, frutos rojos maduros como cereza, fresa, y toque sutil a caja de tabaco (cedro), en boca esta espectacular los taninos y la acidez media plus (tiene muchísima vida por delante) muy redondos, sedosos y elegante, un final largo que te invita o volver a tomarle.

En Seguida servimos “EL Petrus” 2006, color granate, capa media, intensidad aromática media, en nariz frutos negros maduros como blackBerry, blueberry, ciruela negra, , también floral notas a rosas madura, notas a caramelo, tierra, hongos, un poco de especies como pimienta, romero y un tímido aroma láctico, sin duda se desenvuelve lentamente,  en boca tiene unos taninos  y acidez medio plus, te llena la boca con potencia pero al mismo tiempo sutileza, elegancia, como un potro precioso brioso, pero con un final largo, bonito, bonito, complejo.

EL ultimo de la noche es el “Lafleur 2008”, color granate profundo con tonos morados, capa alta, intensidad aromática media alta, en nariz cereza negra, blueberry, ambas maduras, poco de fruta roja cherry, regaliz, eucalipto, un toque a cacao, chocolate. En boca grande taninos, acidez meda alta, con un poco de tensión, pero muy rico también, quizá porque no es 100% merlot se nota mucho la diferencia en cata.

Pues bien, seguimos catando y analizando por más de una hora y llego el momento de votar al mejor de la noche, donde tuvimos que hacer dos rondas de votación por que prácticamente había un empate entre el “Le Pin” y “Petrus”, al final ganó el “Le Pin” por la mínima como el mejor vino de la noche, después de ahí descorchamos los champanes los comentamos y procedimos a cenar unos manjares armonizaba perfectamente con los vinos.

Guarde un poco de mi vino en mis copas y las lleve con cuidado a casa, junto con el resto que quedaba en las botellas que había abierto y servido, la mañana siguiente las volví a catar es decir con mas de 24 horas de haberse abierto.

Primeramente, procedí a catar los vinos que tenía en las copas que seguían en mi estuche del día anterior.

En la copa del día anterior “El Petrus” estaba mejor, con su misma intensidad aromática, fruta madura presente destacaba la BlackBerry, pero también notas a Cherry licorice, regaliz, Romero, ahora sí muy presente la nota láctica, los taninos y la acidez seguían medios plus, pero era pura seda y elegancia en boca, una pasada.

En La Copa de “le Pin” estaba con una intensidad aromática media baja, mas láctico, con fresa frambuesa, los taninos y la acidez habían caído a medios bajos, pero presentes y equilibrados.

Después procedí a catar los que estaban en botella (que no habían pasado por el decantador), y que habían sobrado del día anterior, “EL Petrus” seguía prácticamente idéntico al que había servido más de 24 horas antes, conservaba todas sus características, sobresalían las Rosas y ciruela, pero acidez y taninos idénticos.

Del resto de la botella (que no paso por el decantador) del vino servido día anterior probé al “Le Pin”, este seguía con su sinfonía a Flores, violetas, rosas, lavanda y con los mismos taninos y acidez idéntico.

 Sin duda fue una gran experiencia de cata y post cata, (aunque ya les había catado antes), puedo decirles que, si eres un entusiasta del vino debes de probarles alguna vez en tu vida, me permito recomendarles descorcharles con bastante anticipación, por lo menos 8 horas si es decantado lento en botella y unas 4 horas de decantado en el decanter, para poder disfrutar al máximo estos grandes vinos. Saludos y Salud.

**Óscar Arce I ¿Y Sino Vino a qué vino? I @oscar.a.paniagua.1
Sumiller, socio de Vinícola Dominio de Petra en Valle de Guadalupe-México y Club 100 puntos de California y Baja California. Docente especialista en www.escueladecata.com

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