● La bodega, que se sitúa en la localidad alavesa de Elciego, cuenta con una gama de siete vinos entre tintos y blancos
● Lola de Fos, su primer Gran Reserva, es un homenaje a la tradición de Rioja Alavesa en la elaboración de estos vinos
En Bodegas Fos trabajan por la búsqueda de la excelencia y la innovación en sus vinos. Unos objetivos para los que cuentan con un equipo humano, enólogo, viticultor y bodeguero, todos procedentes de la zona donde se localiza la bodega, y que poseen un profundo conocimiento de la tierra, la uva y los procesos de creación de vinos de Rioja Alavesa. La apuesta por personal local responde al respeto que en Bodegas Fos tienen por las personas que han cultivado la tierra y exprimido sus frutos durante generaciones.
El conocimiento humano se mezcla con el empleo de tecnologías de producción modernas. Así lo hicieron con la incorporación de un lector óptico para la clasificación de las uvas, para garantizar la calidad y el carácter distintivo de sus vinos, o con la inclusión de huevos de hormigón, que actúan como depósitos de fermentación y crianza. Una forma de elaborar vinos que desde Bodegas Fos la definen como «valiente, ya que no queremos conformarnos con hacer lo que siempre se ha hecho. Queremos dar un paso más. Aunque no sumemos generaciones de historia, sabemos que aún podemos aportar más valor».
Unos terruños únicos
La característica principal de los viñedos de Bodegas Fos es su longevidad, algunos son centenarios y una prueba viviente de las buenas prácticas de cultivo que llevan a cabo. En total son 25 hectáreas de viñedo, con formación de vaso, en las que hay pequeñas parcelas de antiguas viñas familiares, trabajadas siempre con métodos tradicionales. Unas especificaciones que les ha hecho apostar por las variedades propias que históricamente se han cultivado en Rioja: viura, tempranillo y graciano.
Además de los terruños, el clima es otro factor fundamental para entender la singularidad de la tierra con la que trabajan en Fos. Al norte, la sierra de Cantabria limita la influencia húmeda y fría del Atlántico. Al sur, el río Ebro, que durante siglos ha propiciado el depósito de sedimentos y suaviza la temperatura que sufren los viñedos. Como resultado, los veranos son áridos y los inviernos fríos, y la fuerte presencia del viento del noroeste sanea los viñedos por la rápida evaporación de las precipitaciones y ayuda a suavizar las heladas invernales.
El placer de lo inesperado
Los vinos que elaboran en Bodegas Fos son parte de una nueva generación que pretende interpretar todo el potencial que ofrece Rioja Alavesa. Su apuesta valiente por viñedos viejos, un trabajo especializado desde la recogida de la uva y una producción limitada que les permite mimarlos al extremo hacen que sus vinos despierten una sensación inesperada en la mente de quien los prueba.
En todas sus variedades buscan complacer al paladar más exquisito y al mismo tiempo asombrar, impactar y deslumbrar. Unos vinos que nacen con maneras de las grandes bodegas, pero que al descorcharlos desvelan expresiones y matices que sorprenden y deslumbran. Un catálogo compuesto por siete vinos: los tintos, Fos Joven MC (maceración carbónica), Saltaviñas, Fos Baranda, Por Los Cien y Lola de Fos, y los blancos, Fos Blanco y Finca Zuriena.
Lola de Fos: El Gran Reserva más desafiante
Las prácticas de elaboración de Bodegas Fos se reflejan a la perfección en su última creación: Lola de Fos. El primer Gran Reserva de la bodega nace a partir de viñedos de tempranillo de entre 50 y 60 años de edad con un gran equilibrio; es un homenaje a la tradición vinícola de Rioja Alavesa, pero con una interpretación contemporánea. Su crianza de tres años en barricas seleccionadas le confieren un aroma y paladar únicos, que le alejan de los Gran Reserva convencionales. En definitiva, Lola de Fos es un Gran Reserva que combina lo clásico con lo original; una elección perfecta para aquellas personas que les gusten los vinos de alta calidad y carácter inesperado.