Hace muchos años cuando empezaba mi vida de Wine lover, a recorrer, estudiar las regiones y conocer bodegas en el mundo, preguntaba constantemente a los enólogos y bodegueros sobre sus preferencias en el vino, muchos escogían a sus países algo que era lógico, aunque la mayoría se inclinaban por los vinos franceses, a menudo escuchaba que preferían los vinos de Ródano, en aquel momento me sorprendió por que lo esperaba escuchar la preferencia por Burdeos o Borgoña refiriéndose a los tintos, porque en los blancos es otra cosa, ahí Borgoña es la que manda. Así que puse en mi agenda de recorridos al Ródano.
Pues fui al Ródano mi primera vez hace ya un rato y en la parte norte empecé mis visitas, en la segunda visita en la Cote Roti tocaba E. Guigal, bodega que fue fundada en 1946 por Étienne Guigal, quien trabajó para Vidal Fleury durante 15 años antes de fundar su propio negocio. Desde 1961, la dirige su hijo Marcel Guigal. En 1984, Guigal adquirió Vidal Fleury, la bodega ha crecido en varias denominaciones en Francia, y tiene muchas etiquetas, pero hoy hablaremos de tres de sus prime que me fascinan, La Landonne plantada en 1985, La Mouline plantada 1976 y La Turque también plantada en 1985, para ser Francia estamos hablando de viñedos jóvenes, bien, entre las tres han recibido en estos años un total de 21 veces los 100 puntos Parker y de muchos críticos, esto nos puede dar una idea de lo espectacular que son estos vinos, que del momento en que los descubrí me volaron la cabeza.
Desde entonces y hasta hoy soy un fanático de Guigal, si bien cuando son jóvenes tienen una estructura y taninos potentes, en la manera que maduran 10, 20,30 y 40 años esos vinos no hacen más que crecer en elegancia y sedosidad, como lo dije en especial de las muchas etiquetas me vuelven locos los Lala’s (la landonne), La Turque y la Mouline, sin dejar de gustarme otras.
El Syrah con pequeñas porciones de Viogner pueden resultar en uno de los vinos que te dejarán marcado de por vida.
Pues hoy me dirijo a una de mis catas emblemáticas en donde vamos a probar una vertical de La Turque que contiene su vendimia del 1988 una que fue una locura por que consiguieron 100 puntos en esos tres vinos que mencione anteriormente, también los consiguieron en La Turque del 1995, 2003 que cataremos y probaremos un Lalandonne 1989, esos tesoros me están esperando en la fila pidiendo a gritos que los descorche y lo hare con un placer extraordinario, también les hablaré de otra cata vertical en donde degusté a principios de este año Lala’s 1988, 1990, 2005 y La Mouline 1991.
Pues bien empezamos a servir los siguientes vinos, previamente descorchados 6 horas antes.
Empezaremos con “La Turque 2003” con su color granate potente, este vino muy complejo en nariz, aromas a BlackBerry, rosas maduras, trufa, mentol, y poco herbáceo, en boca es una locura con taninos y acidez media plus, final largo, pero en ningún momento sientes ninguna agresión, tiene una capacidad de guarda muy grande todavía, fácil otros 20 años más, buenísimo.
“La Turque 1995” con un color granate, tiene unos aromas ahumados “Smoked meat”, especies como pimienta blanca, cerezas maduras, terroso, en boca con acidez y taninos medio plus quizá un pelín más de acidez que taninos, pero muy sedoso, este vino también te garantiza muchos años más de alegría.
“La Turque 1988”, a pesar que en el tiempo que se vendimió esas viñas eran jóvenes ya que se plantaron en 1985, La Turque 1988 fue elegido por la prensa francesa como el mejor vino del año, con un color granate con bordes ya a caoba, tiene un aroma de cuero, trufa, BlackBerry, pimienta blanca, tabaco, y en boca taninos y acidez media pero muy sedoso, se resbala y te hace salivar y pedir más, es una locura.
La landonne 1989, vino color granate con bordes caobas, la nariz muy mineral, cereza madura, ciruela negra, aceituna negra, en boca con una acidez media, taninos medios muy finos y un final largo, buenísimo también.
A la hora de votar fue dificilísimo, pero entre los “La Turque”, el 88 fue el ganador y muy cerca la votación entre este y Lalandonne 1989.

De esta cata La landonne 1988, color gánate con bordes teja, en nariz regaliz, cereza, rosas maduras, notas ahumadas, BlackBerry, en boca con acidez y taninos medios, pero super sedosos y elegantes, resbala como la miel, es una pasada, todavía le queda algunos años.
La landonne 1990, color granate un poco de turbio, color granate con bordes a teja, en nariz a terroso con un festival de hongos, mucha fresa, Jamaica, regaliz, cuero, florales violetas, lavanda, con una acidez y taninos en el equilibrio perfecto,
La landonne 2005, color granate, muy floral también lavanda, violetas, frutos rojos como fresa, cereza, Jamaica, láctico, un pelín más arriba la acidez que los taninos, pero muy pulido el vino.
La Mouline 1991, color granate, aromas a tocino, tabaco, notas ahumadas, aceituna negra, ciruela negra, acidez y taninos medios plus, con un final largo, esa potencia y a la vez la suavidad que te hace salivar y pedir más uff.
De estos fue también muy difícil decidir cuál era el mejor, los Lala’s viejos empataron y la Mouline con otro estilo de estructura mas grande también estaba fascinante.
Después de catar bastantes veces estos vinos, no me queda mas que invitar a que ustedes lo hagan, tal como yo fui hace muchos años azuzado por los comentarios de enólogos y bodegueros, meter la nariz a esta sinfonía super compleja, con la gran estructura pero sutil, derrochando elegancia, tienes una garantía de vibrar como a mi lo hacen estos vinos, sin duda hay que probarlos, después de hacerlo también pongan en la mesa el debate de cuáles son los mejores vinos tintos franceses, será divertido, hasta pronto.